Regreso al origen
Dos siglos y medio después de la primera Revolución
Industrial y de la subsiguiente revolución científica surgida de su costilla,
ninguno de los descubrimientos y avances ha logrado hacer que el Hombre sea hoy
más feliz que anteriormente.
Tener casas más grandes, un automóvil nuevo, teléfonos
celulares costosos e incluso mejor atención médica, no aumenta la felicidad
humana. Los académicos han investigado casi todo: comportamiento sexual,
política, economía, enfermedades, comida y hasta la ropa que usamos, pero nunca
se han preguntado cómo influyen todos esos factores en la felicidad humana. La
conclusión al respecto es que centenares de años de descubrimientos e
invenciones no nos han hecho más felices.
La vida en las ciudades es alienante porque todo es bajo
presión. Estudios sociales muestran que muchas personas viven una vida ficticia:
ni la casa, ni el automóvil y a veces ni la ropa les pertenecen.
Si a todo esto le sumamos la crisis emocional causada
por la pandemia del Covid 19, causante de claustrofobia y enojo por la pérdida
de oportunidades, el panorama es aún más serio.
¿A qué lleva todo esto? Al punto en que la persona se
aliena: pierde la noción de sí misma, se siente extraña en lo que hace y en su
propio cuerpo. Es común sentir que las energías físicas y emocionales se han
consumido, quemado y que el futuro no tiene sentido.
¿Qué hacer cuando esto sucede? La respuesta -en los
términos del Abuelo Iron Eagle Joe, guía espiritual de nuestro próximo retiro en
Sedona- es “regresar al origen”, a la naturaleza.
¿Por
qué regresar a la naturaleza?
En la espiritualidad de las tribus que poblaron y
algunas aún pueblan territorios de los Estados Unidos, Wakan Tanka (el Gran
Espíritu) es el poder supremo o sagrado que reside en todo. Es el ser supremo y
creador, el gran misterio y se expresa a través de los elementos de la
naturaleza. Por eso los nativos entendían que el estado normal de la persona es
“ser Uno” con la naturaleza y depositaban en ella su total creencia. Así, la
salud, el equilibrio emocional y la esperanza sobre futuras buenas cacerías y
cosechas, todo dependía de esa íntima unión con la energía del universo. Era
una forma de vida armónica, respetuosa de los elementos del entorno e
inmensamente rica en bendiciones del universo.
Es lamentable reconocer que ese extraordinario patrimonio
espiritual y cultural aún existe, pero oculto a los ojos citadinos enfocados en
cosas muchas de ellas superfluas.
En su libro “Arquetipos e inconsciente colectivo” Carl
G. Jung compara el bagaje de las culturas antiguas con la europea y dice: “Nuestro
intelecto ha hecho conquistas tremendas, pero al mismo tiempo nuestra casa
espiritual se ha desmoronado”. (…) “Al final desenterramos la sabiduría de
todas las épocas y de todos los pueblos y descubrimos que las cosas más
valiosas y elevadas ya han sido dichas hace mucho tiempo y en el lenguaje más
bello”.
El
Retiro de Sedona
Nuestro Retiro de Renovación en Sedona, Arizona, del
28 de septiembre al 2 de octubre, pretende ser un modesto aporte tendiendo la
mano a aquellas personas que quieran hacer la experiencia de reconectarse con
la naturaleza y con la energía del universo, y de esa manera sanar a su Ser
interior. Será una experiencia de
inmersión en la naturaleza, a sabiendas de que el universo canaliza sus
energías a través de los elementos.
El programa incluye rituales y ceremonias de homenaje
al Padre Sol, a la Madre Tierra, y a los espíritus del Agua, del Fuego y del
Viento. Estas actividades se realizarán en lugares de alta energía considerados
sagrados, con la guía del Abuelo Iron Eagle Joe.
La inscripción prácticamente se ha cerrado, pero una de las cabañas donde se alojarán los participantes todavía está disponible. Los interesados pueden obtener información comunicándose vía WhatsApp: +1 (954) 882 3453 o bien por correo electrónico: arka@arkaevents.com
Alberto Brovelli
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